El concepto cambio climático se entiende como la variación global del clima de la Tierra. Actualmente el término suele usarse de forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, o utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Río de Janeiro en 1992 utilizó el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas, expresándolo de la siguiente manera:
"Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables"
De esta definición se desprende que el cambio climático producido constantemente por causas naturales se denomina variabilidad natural del clima, mientras que para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.
En 1896 el científico sueco Svante Arrhenius (1859-1927) fue el primero en proclamar que los combustibles fósiles podrían dar lugar o acelerar el calentamiento de la tierra. Estableció una relación entre concentraciones de dióxido de carbono atmosférico y temperatura. También determino que la media de la temperatura superficial de la tierra es de 15oC debido a la capacidad de absorción de la radiación infrarroja del vapor de agua y el dióxido de carbono. Esto se denomina el efecto invernadero natural. Arrhenius sugirió que una concentración doble de gases de CO2 provocaría un aumento de temperatura de 5oC. Él junto con Thomas Chamberlin calculó que las actividades humanas podrían provocar el aumento de la temperatura mediante la adición de dióxido de carbono a la atmósfera. Esta investigación se llevó a cabo en la línea de una investigación principal sobre si el dióxido de carbono pudiese explicar los procesos de hielo y deshielo (grandes glaciaciones) en la Tierra. Ésto no se verificó hasta 1987.
En los años 1980, finalmente, la curva de temperatura media anual global comienza a aumentar. La gente comienza a cuestionar la teoría de una edad de hielo. En los años 1980 la curva comienza a mostrar aumentos de la temperatura global tan intensos que la teoría sobre calentamiento global comienza a ganar terreno. Las ONG medioambientales (Organizaciones No Gubernamentales) comienzan a establecer la necesidad de protección global del medio ambiente para prevenir un calentamiento global de la Tierra. La prensa comienza a intervenir y pronto se convierte en primeras noticias a escala global. Se publican fotos de chineas humantes al lado de fotos de capas de hielo derretidas o desastres naturales como inundaciones. Tan fuerte fue el poder de los medios de comunicación que crean una presión social que comienza a calar en la gente, sobre el cambio climático e impactos negativos. Stephen Schneider predijo por primera vez el calentamiento global en el año 1976. Esto le convirtió en el mayor experto y líder con relación al calentamiento global.
El Efecto Invernadero es un fenómeno atmosférico producido por algunos gases presentes en la atmósfera que permite mantener la temperatura del planeta al retener parte de la energía proveniente del Sol. Sin este fenómeno natural se estima que la Tierra presentaría fluctuaciones climáticas que resultarían intolerables para la vida, registrándose 80ºC de día y –130ºC por la noche, con una temperatura media de -18ºC; en vez de los actuales 15ºC.
El recalentamiento global producido por la contaminación atmosférica de gases de invernadero antropogénico está derritiendo los hielos de la Antártida y Groenlandia de manera que alarma a los científicos, aunque era algo previsto. Lo grave es que el proceso es más rápido de lo que se pensaba y debe esperarse para muy pronto el alza del nivel del mar en cantidades significativas.
Estas son dos imágenes del "antes y despues" del cambio climatico, pues un ejemplo claro del ello son los polos que gracias a el calentamiento global estan derritiendose poco a poco.
Si no queremos que nuestro amado planeta termine de esta manera:
Podemos ayudar eliminando los combustibles fósiles. Lo primero es suspender el uso de carbón, petróleo e incluso gas natural, consumiendo menos. Comprar menos significa menor presión sobre los recursos naturales y menor uso de los combustibles fósiles, también utilizando electrodomésticos que gasten menos energía. Algo tan sencillo como abrir las ventanas puede ahorrar la energía utilizada por ventiladores o equipos de aire acondicionado, no cortando más árboles, desconectando aparatos que no estén en uso. Aunque no lo creas, gran parte de la factura que pagas por energía tiene que ver con el consumo que sus electrodomésticos generan cuando están apagados (pero no desconectados).
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